Todo sabemos, independientemente de
que seamos o no escritores, que hay dos
temas importantes para que un libro se venda.
- Uno es la sinopsis, en el artículo anterior, De que va tu libro I, te dejé algunas pautas que me
resultaron muy útiles.
- El segundo son las primeras páginas, el lugar donde comienza todo, debe estar lleno de energía.
Esas primeras palabras tienen que sonar bien, enamorar, actuar como resorte
que anime a seguir leyendo. En el inicio de un libro es importante lo que
cuentes y cómo lo cuentas, allí tienes la
oportunidad de cautivar a tu posible lector.
Sobre este tema se han escrito
cientos de páginas así que, como no quiero ser cansina, me limitaré a dejar diez
pautas que te pueden ser de ayuda.
Si relee la primera página de tu novela,
¿podrías decirme en qué renglón está el primer punto clave de tu historia?
Ejemplo 1:
El barril de amontillado, de Edgar A.
Poe:
Lo mejor que pude había soportado las mil injurias de Fortunato.
Pero cuando llegó el insulto, juré vengarme. Ustedes, que conocen tan
bien la naturaleza de mi carácter, no llegarán a suponer, no obstante, que
pronunciara la menor palabra con respecto a mi propósito. A
la larga, yo sería vengado. Este era ya un punto establecido definitivamente.
No necesitamos mucho recorrido para
saber que leeremos sobre el desarrollo de una venganza, que el protagonista se tomará su tiempo para lograrla y seguramente hará uso de toda su originalidad.
- No demores la puesta en escena del conflicto que será el motor de la narración.
- Despierta la curiosidad de tu lector por saber que maldades le tienes preparadas a tu protagonista.
- Deja pistas que orienten al lector de que va la historia.
- ¿Por qué tiene que seguir leyendo? Muéstrale que hay dentro para que quiera buscarlo.
- Se breve y muy claro con las descripciones, necesitas situar a tu lector.
- Cuidado con la introducción de personajes, solo los indispensables, ya habrá tiempo para hablar de ellos.
- No escribas una primera frase cargada de información que será difícil de recordar. Busca una idea sugerente que anticipe algo de lo que ocurrirá.
- No des excesiva información que confunda al lector, mejor coloca una situación límite, una incertidumbre, un dilema, un conflicto espectacular.
- Cuidado con los diálogos. Si todavía no has situado a tu lector podría ser contraproducente.
- No olvides que los lectores son crueles. Pocos siguen leyendo un libro que no les cautiva en su comienzo.
Capítulo
I
Impotencia.
Boston 23 de diciembre de 2011
Xabier esperaba
junto al campanario de Trinity Church, en el corazón histórico de la ciudad de
Boston. El frío había enrojecido sus mejillas, el viento destemplaba su cuerpo con rapidez. Un vaso de café
humeante, que acababa de comprar en la feria, era su único alivio. Con cada
sorbo volvía a mirar la planta veinticuatro, del edificio más alto de la
ciudad. Indiferente a la algarabía que lo rodeaba se repetía obsesivamente
«Juro que nadie volverá a engañarme».
Diciembre siempre es
un mes de grandes eventos. La plaza de Trinity Church alberga el mercado
navideño de artesanías. Huele a manzanas asadas, a chocolate, a galletas de
jengibre. Una dulce melodía recuerda la magia del último mes del
año. Frente a la iglesia en la planta veinticuatro del edificio John Hancock
Tower, un rascacielos convertido en un importante centro de negocios, un
hombre habla con presunción de su último triunfo empresarial. Coparemos el mercado, seremos imparables...
Hace dos años, Xabier Calveiro, un joven gallego ingeniero informático,
tras perfeccionar sus habilidades en el máster en programación en el MIT de
Massachussets conoció a James Stone. Un empresario de Boston que se interesó
por sus habilidades como programador y le propuso que trabajasen juntos en un
proyecto vanguardista. Tras un par de semanas de negociaciones se asociaron y crearon
ITconsulting DTS, para diseñar software personalizado. Su primer trabajo fue
para el consorcio que dirigía el edificio Hancock. Xabier diseñó un sofisticado
programa de seguridad que controlaba todos los accesos. Aquello colocó a su
recién creada empresa entre las más importantes del sector.
Las campanas repicaron cuatro veces. Xabier arrojó el vaso en una
papelera y cruzó la calle corriendo. El caos se apoderó del tráfico, él
esquivaba los vehículos mientras las bocinas de los coches aguijoneaban su
arrebato. Debía apresurarse, conocía muy bien el ritmo interior de la gran mole
de cristal. Las puertas The Hancock cerraban a las cuatro de la tarde. Sesenta
plantas con cientos de oficinas que en pocos minutos quedarían vacías.
Ejemplos de inicios muy conocidos.
El camino. Miguel Delibes
Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once años, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Después de todo, que su padre aspirara a hacer de él algo más que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a él afectaba...
Anna Karénina. León Tolstói
Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada. En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a declararle que no podía seguir viviendo con él. Semejante situación duraba ya tres días y era tan dolorosa para los esposos como para los demás miembros de la familia. Todos, incluso los criados, sentían la íntima impresión de que aquella vida en común no tenía ya sentido y que, incluso en una posada, se encuentran más unidos los huéspedes de lo que ahora se sentían ellos entre sí.
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